Google cambia sus sistemas informáticos internos para luchar contra las web basura
La empresa trata de que no se cuelen en los primeros lugares de búsqueda
Oviedo, E. G.
Estar en primer lugar en la lista del gigante informático Google cuando alguien teclea una búsqueda es un chollo. Garantiza que se multiplican las posibilidades de que cientos de miles y hasta millones de usuarios entren en esa página. En busca de información, por curiosidad pura y dura o para hacer negocio.
Google ha anunciado una reforma en su algoritmo, es decir, en los sistemas internos para jerarquizar las páginas, a fin de primar aquellas que sean originales en detrimento de otras que, a base de copias, son capaces de situarse a costa de los demás en los primeros lugares en la oferta de Google.
El buscador -premio «Príncipe de Asturias» de Comunicación y Humanidades 2008- introduce ahora los cambios sólo en los Estados Unidos, pero con la intención de ampliarlos al resto de los países. Fuentes de la empresa calcularon que el cambio de algoritmo va a afectar directamente a un 12% de los contenidos.
Los datos en torno a Google, la empresa hegemónica en el mundo en materia de búsquedas, son impresionantes. Se calcula que cada día Google es utilizado para dar respuesta y satisfacción a unos mil millones de peticiones.
A las que Google quiere castigar son a las llamadas granjas de contenidos, páginas que son como bazares de todo un poco, que incluyen referencias a aquellos temas más solicitados por los internautas. Esa cualidad de contenedores les sitúa frecuentemente en los primeros lugares. Suelen ofrecer, sin embargo, informaciones poco elaboradas y nada contrastadas, favoreciendo la contaminación de contenidos.
Las empresas de búsqueda tienen, por lo general, herramientas para que el internauta que acceda a determinadas búsquedas con regularidad pueda bloquear y hacer desaparecer en lo sucesivo en su ordenador determinadas web que no considera fiables para su uso.
Google trata ahora de discriminar desde dentro en busca de calidad. Cuestión de informática.
Estar en primer lugar en la lista del gigante informático Google cuando alguien teclea una búsqueda es un chollo. Garantiza que se multiplican las posibilidades de que cientos de miles y hasta millones de usuarios entren en esa página. En busca de información, por curiosidad pura y dura o para hacer negocio.
Google ha anunciado una reforma en su algoritmo, es decir, en los sistemas internos para jerarquizar las páginas, a fin de primar aquellas que sean originales en detrimento de otras que, a base de copias, son capaces de situarse a costa de los demás en los primeros lugares en la oferta de Google.
El buscador -premio «Príncipe de Asturias» de Comunicación y Humanidades 2008- introduce ahora los cambios sólo en los Estados Unidos, pero con la intención de ampliarlos al resto de los países. Fuentes de la empresa calcularon que el cambio de algoritmo va a afectar directamente a un 12% de los contenidos.
Los datos en torno a Google, la empresa hegemónica en el mundo en materia de búsquedas, son impresionantes. Se calcula que cada día Google es utilizado para dar respuesta y satisfacción a unos mil millones de peticiones.
A las que Google quiere castigar son a las llamadas granjas de contenidos, páginas que son como bazares de todo un poco, que incluyen referencias a aquellos temas más solicitados por los internautas. Esa cualidad de contenedores les sitúa frecuentemente en los primeros lugares. Suelen ofrecer, sin embargo, informaciones poco elaboradas y nada contrastadas, favoreciendo la contaminación de contenidos.
Las empresas de búsqueda tienen, por lo general, herramientas para que el internauta que acceda a determinadas búsquedas con regularidad pueda bloquear y hacer desaparecer en lo sucesivo en su ordenador determinadas web que no considera fiables para su uso.
Google trata ahora de discriminar desde dentro en busca de calidad. Cuestión de informática.
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